jueves, 16 de septiembre de 2010

“Nada es gratis” BonoSolidario-BecasAlbanisa.


La Prensa Editorial del 16 de Septiembre de 2010.
Por medio de Internet ha circulado un texto no atribuido, que por su significación y vinculación con lo que sucede actualmente en Nicaragua, queremos compartir con los lectores de LA PRENSA y con las muchísimas personas que escuchan sus comentarios editoriales dentro y fuera de Nicaragua, a través de Radio Corporación, la radioemisora que habla el lenguaje de su pueblo.
El texto en mención se titula “Nada es gratis” y relata que en una universidad de algún país democrático, un alumno oriundo de un país comunista le preguntó al profesor: “¿Usted sabe cómo se capturan los puercos salvajes?”, es decir, los animales que en Nicaragua llamamos “chanchos de monte”.
El profesor creyó que era una broma del estudiante, pero éste le aclaró que se trataba de algo muy serio. Y a continuación le explicó lo siguiente: “Usted captura puercos salvajes encontrando un sitio adecuado en la floresta (o sea en el monte, como decimos los nicaragüenses) tirando un poco de maíz en el piso. Los puercos vienen diariamente a comer el maíz de gratis. Cuando se acostumbran a venir diariamente, usted construye una cerca a un costado del sitio en donde ellos se acostumbraron a venir. Cuando se acostumbraron a la cerca, ellos regresan a comer el maíz y usted construye otro lado de la cerca —sigue explicando el alumno—. Ellos vuelven a acostumbrarse y regresan a comer. Usted va poco a poco hasta instalar los cuatro costados del cercado alrededor de los puercos, (y) al final instala una puerta en el último lado. Los puercos, (que) ya estarán acostumbrados al maíz fácil y a las cercas, comienzan a venir solos por la entrada. Es ahí cuando usted cierra el portón y captura a todo el grupo. Así de simple”, asegura el estudiante, y agrega: “En un segundo, los puercos pierden su libertad. Ellos empiezan a correr en círculos dentro de la cerca, pero ya están sometidos. Luego, empiezan a comer el maíz fácil y gratis. Se quedan tan acostumbrados a eso que se olvidan cómo cazar por sí mismos, y por eso aceptan la esclavitud”.
Comentó luego el estudiante oriundo de un país comunista que eso precisamente es lo que está sucediendo en Venezuela, Bolivia y Ecuador. A lo cual hay que agregar que también ha comenzado a ocurrir otra vez en Nicaragua, bajo el nuevo régimen autoritario de Daniel Ortega, el cual ha proclamado su propósito de imponer el denominado “socialismo del siglo XXI”, que no es otra cosa que el viejo comunismo totalitario y esclavista del siglo XX.
Los gobiernos dictatoriales de los países mencionados, dice el relator de la historia que estamos comentando, “escondidos bajo el manto democrático” están empujando a sus pueblos hacia el comunismo, “tirando maíz gratis disfrazado de programas de ayuda de dinero, misiones, planes, impuestos diversos, leyes de ‘protección’, subsidio para cualquier cosa, expropiaciones indebidas, programas de ‘bienestar social’, médicos cubanos y medicinas ‘gratis’, siempre y siempre nuevas leyes inconsecuentes, etc.; todo a costilla del sacrificio de la libertad, migaja a migaja”. Y en el caso de Nicaragua hay que mencionar en ese rosario de dádivas de los gobernantes populistas (a cambio de las cuales le están arrebatando a la gente su libertad y su futuro), las tejas de zinc que reparte Daniel Ortega por medio del cardenal Obando, los chanchitos domésticos y las gallinitas que regala a algunos campesinos pobres, las “Casas del Pueblo” y los parques de diversión navideña que el orteguismo obsequia a una pequeña parte de la gente más pobre del país, con el fin de encerrarla en el corral del poder y someterla a la nueva esclavitud del “socialismo del siglo XXI”.
La persona que por medio de Internet ha hecho circular el escrito titulado “Nada es gratis”, finaliza su mensaje advirtiendo que: “Si usted se da cuenta de que toda esa maravillosa ‘ayuda’ gubernamental es un problema que se opone al futuro de la democracia en nuestro país”, debería compartir este mensaje con otras personas. Y agrega que si, por el contrario, usted cree que los políticos (como Daniel Ortega) piden más poder “para que su grupo continúe quitando las libertades y el dinero de los demás a fin de beneficiarle a usted o a los pobres”, permanecerá indiferente a este mensaje.
Pero entonces “que Dios lo ayude a usted y su familia cuando le cierren el portón. Usted y yo —dice el oportuno mensajero— somos parte de la solución. Actuemos ya… lucha por tu libertad. Estamos en manos de resentidos sociales que nos están llevando a la ruina”.
El mensaje es dramáticamente cierto. En verdad, quien tenga oídos que oiga... y que actúe.

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