“No soy un enfermizo de la Presidencia” Eduardo Montealegre Rivas.

* Todos los intentos por la unidad de la oposición han fracasado y Eduardo Montealegre no lo niega.. ¿Qué queda para lograrlo antes del 2011? Dice que al renunciar a su aspiración ya ha dado el primer paso. También admite que han caído en la trampa del FSLN y se han retrasado
Por: Arlen Cerda
Mes y medio atrás, el último domingo de julio, Eduardo Montealegre Rivas organizó un acto e hizo un anuncio que sorprendió a pocos: “Yo voy a participar en las elecciones primarias para preguntarle al pueblo demócrata si quiere que Eduardo Montealegre sea el candidato único de la oposición”, dijo ante centenares de simpatizantes del Movimiento Vamos con Eduardo (MVE), que él lidera, y representantes de otros partidos políticos afines, en lo que parecía el déjà vu de la campaña de las elecciones presidenciales del 2006, que él perdió contra quien hoy es el Presidente de la República y quiere reelegirse en contra de la Constitución.
Este 7 de septiembre, sin embargo, Montealegre hizo otro anuncio que sí sorprendió un poco más: “Hoy es el momento que todos pongamos a la orden nuestros esfuerzos individuales y los esfuerzos colectivos de esta aguerrida estructura a disposición de toda Nicaragua, de un candidato de la oposición auténtica, a disposición del candidato de consenso” y no hablaba de él, sino del empresario de radio, Fabio Gadea Mantilla, quien aceptó ser ese candidato una hora después.
¿Qué espera Eduardo Montealegre al deponer su aspiración presidencial hasta las elecciones del 2016? ¿Si él no será el candidato presidencial qué papel jugará en las elecciones del próximo año? Y ¿qué caminos quedan a la oposición nacional para unirse en un único bloque ahora que con la cancelación de las elecciones primarias interpartidarias ha fracasado otro de los intentos por esa unidad? Sobre éstos y otros aspectos políticos conversó Montealegre Rivas con Domingo .

¿Por qué decidió renunciar a su aspiración presidencial?

Cuando algunos en varios departamentos me dijeron: “Nosotros creemos que deberías de buscar la Presidencia”. Dijimos sí. Pero más importante, habíamos hablado de unir a todos los nicaragüenses. Lo traté de diferentes maneras. Acepté correr para alcalde y fueron los mismos magistrados nombrados por Arnoldo Alemán quienes contribuyeron a que se robaran las elecciones (del 2008). Creí que era una manera de que pudiéramos juntarnos y lo logramos hacia la Alcaldía de Managua, pero se la robaron. Después dijimos: ‘Busquemos otra manera” y hablamos con Alemán, pero nunca platicando con él para someternos a que él fuera el candidato. Cuando surgió que ésa era la verdadera intención dijimos que eso no lo podíamos aceptar. Y lo intentamos entonces con las primarias, pero vimos cómo se manipulaban por un grupito de pseudo-partidos, con personería jurídica, pero sin representación. Las primarias fueron manipuladas y la CPDH (Comisión Permanente de Derechos Humanos, que había aceptado organizar las primarias interpartidarias) se cansó de eso. Después en el entretanto, surgieron algunos y no fui yo, aunque ya quisiera ser el de la brillante idea de escoger el nombre de Fabio Gadea y varios me dijeron: “Si verdaderamente querés a Nicaragua y estás dispuesto a hacerlo, hombré, porqué no deponés. Proponele a Fabio que acepte” y yo fui a hablar con él.
Y lo que entonces hice fue pensando en que a través de eso, a través de esa propuesta, de ese candidato de consenso, podríamos lograr lo que andábamos buscando desde hace mucho tiempo. Es verdad que es raro que un político, especialmente uno que tiene la intención de votos y la aprobación positiva que tengo yo, haya dicho: “No. Me voy a esperar”. Pero ésa es la verdadera razón. Yo creo sinceramente que aquí necesitamos un cambio y mi posición a un lado versus Arnoldo al otro estaba tan polarizada que ya la gente estaba diciendo que ni uno ni el otro, y yo no puedo dejar que la gente piense que yo soy un obsesionado con la Presidencia. Yo no soy un enfermizo con la Presidencia de la República. Me interesa mucho más Nicaragua que cualquier ambición personal o aspiración personal que yo pudiera tener.
¿Qué escenario espera para el 2016, que usted posterga su aspiración presidencial hasta esa fecha?

Ya quisiera yo tener esa bola de cristal. ¿Qué es lo que va a pasar ahí? No sé. Si estaré vivo o no, que si con todo lo que continuaré trabajando los próximos cinco años tendré el cariño o no de la gente. Para eso falta mucho. Ahorita estamos enfocados en el 2011. Asegurémonos que sumemos a toda la oposición auténtica de
este país, respaldando una candidatura de consenso, como es la de Fabio Gadea.
¿Qué es candidatura de consenso para el MVE? El PLC no parece muy de acuerdo con Gadea Mantilla.
Consenso no es unanimidad. Consenso es la decisión a través de un proceso de mayorías que toman en cuenta algunas de las inquietudes de la minoría.
El PLC también reaccionó con un comunicado a su anuncio. Dice que de nada sirve su renuncia, porque esto debió hacerlo en el 2006...
Valdría ese comentario si ellos hubieran quedado en segundo lugar, pero ellos quedaron en tercer lugar y muy por debajo de mí, porque muchos de los votos que ellos sacaron al final fue mediante el engaño, mediante una carta mentirosa en la que decían que yo había huido del país. Entonces quien cabría que hubiera renunciado es el que quedó en tercer lugar.
Con ese comentario del PLC y este comentario suyo es evidente que la unidad se percibe muy lejos. Ni siquiera cuando estaban reunidos salían de ahí diciendo lo mismo.
Mirá, yo siempre he tratado de ser sumamente serio. Yo nunca tomé las reuniones de una manera jocosa, yo nunca anduve diciendo nada de lo que no se había acordado. Siempre fui ahí con las mejores intenciones. Algunos podrían decirme: “Te equivocaste en andarte reuniendo”, pero nadie puede decirme que me he quedado con los brazos cruzados.
Pero eso fracasó, igual que la posibilidad de las elecciones primarias interpartidarias, ¿qué les queda ahora para lograr la unidad en el 2011?

Antes quiero decirte que lo de las elecciones primarias interpartidarias era muy difícil. Nunca se ha dado en la práctica. De por sí hacerlas dentro del mismo partido es complicado y donde verdaderamente tienen éxito es cuando es por ley y la manejan las autoridades electorales y son el mismo día para todos los partidos, sólo así funcionan. ¿Qué viene ahora? Bueno, lo que hemos dicho y apoyado, que lo mejor es un candidato de consenso, que ni Arnoldo ni Eduardo, que los dos apoyemos. Tenemos la oportunidad de que, guardando la distancia de las personas y el tiempo, podamos volver a construir una alianza como con la que venció doña Violeta Barrios de Chamorro.
¿Y usted cree que Alemán desista también de su candidatura?
No me cabe la menor duda que Arnoldo va a entender que lo mejor para Nicaragua y para él, para su partido, el PLC (Partido Liberal Constitucionalista) y para sus diputados es que se monten en este gran tren.
¿Cree que lo vayan a convencer?
Vamos a trabajar, a buscar, pero si él no lo hace ese tren va a continuar. La gran mayoría del PLC se va sumar.

¿Qué harían si no lo logran, si la oposición va dividida otra vez?
En primer lugar me parece a mí de que hoy el pueblo nicaragüense está consciente de que hubo un gran engaño en el 2006, de que yo no me había escapado, no me había robado ningún centavo de los Cenis. Ya demostramos que quedamos en segundo lugar, no el tercero. Y por último, Arnoldo Alemán no es José Rizo, en el sentido de que José Rizo, a pesar de que hemos tenido algunas diferencias, tengo que reconocer que fue mucho mejor candidato de lo que hoy es Arnoldo, por lo tanto Arnoldo no va a halar gente ni candidatos. Estoy convencido de que en esta elección vamos a ir unidos todos, con excepción tal vez de Alemán y otros partidos, pero la gente no se va a volver a dejar engañar. Entonces lo mejor es que Arnoldo se sume a esto, porque el objetivo no es sólo ganar la Presidencia, también es a tener 56 diputados por lo menos.

¿Qué papel va a jugar en los comicios presidenciales? ¿En dónde va a ir?
Renunciar a mi candidatura no quiere decir que me retiro de la política. La lucha por los mismos ideales, la esperanza, los cambios, está ahí. Tenemos que continuar trabajando. Tenemos una organización. No es por mi cara, es por esa organización. Seguiremos tan duro o más por ese candidato de consenso.
¿Pero irá específicamente en un cargo? ¿De vicepresidente?
No. No aspiro a vicepresidente. Yo siempre he creído que el candidato a la Presidencia debe escoger a su vicepresidente. Ya demasiado ligan a Fabio Gadea a mí, lo cual es injusto porque no es cierto que yo haya sido quien lo haya escogido, lo haya propuesto, por un lado. Y por otro, si yo he dicho que me aparto para que tengamos un candidato de consenso, no voy yo a pretender ser o esperar ser el candidato a vicepresidente, creo que no ayudaría. Preferiría para ser sincero que fuera una mujer relativamente joven, que pudiera atraer y sumar votos, además de los que Fabio pueda atraer. Eso sería lo que me gustaría, pero definitivamente no aspiro y creo que sería un error que alguien anduviera pensando que yo podría o debería ser candidato a vicepresidente.

¿Quizá de diputado?

Puede ser, puede ser. Sí. Si en eso puedo servir como diputado nacional, como diputado por Managua, perfectamente. Y que si después piensan que puedo apoyar en el Gobierno, también. A mí me interesa que cambiemos Nicaragua. Me interesa que el rumbo de Nicaragua sea apoyar a la gente más pobre y más necesitada. Mi decisión no tiene intereses ulteriores, tácticos, como ha dicho el PLC, hasta para dicen dividir a la familia Alemán-Gadea.
¿De qué manera están trabajando alrededor de esa candidatura con la que pretenden también atraer a los votantes independientes? Por ejemplo, ¿cómo van a elegir a los candidatos a diputados?


Ésa es una muy buena pregunta, porque tenemos de alguna manera que escoger a diputados que reflejen el deseo, la voluntad, el cariño de la población. ¿Cómo lo vamos a hacer? Todavía no sabemos. De lo que sí estamos claros es que con un buen candidato de consenso y si vamos todos por lo menos obtendremos 56 diputados.
Existe la impresión de que aquellos diputados que quieran otro período, pero no alcancen en una lista, cedan sus votos a favor del Frente Sandinista. ¿Cree que eso pueda pasar?

Nosotros estamos convencidos de que nuestros diputados están al lado de la raya de la democracia. No se van a cruzar.
Además del trabajo interno que dicen realizar, ¿qué están haciendo para tener garantías en el 2011?

Ese es un punto muy importante. Pero desafortunadamente nos han mantenido ocupados los del Frente Sandinista y, en los últimos seis meses o más tal vez, que si Eduardo, que si Arnoldo, que si el segundo párrafo del artículo 201 existe o no existe, que si el decreto 03-2010 es válido o no es válido, que si la sentencia 504 es pseudo-sentencia o no lo es, que si son ex magistrados o magistrados y desafortunadamente todos hemos caído en esa trampa. Por eso ahorita ya tomamos la decisión de enfocarnos. Si nosotros hoy ya tuviéramos un candidato de consenso el siguiente paso sería ¿cómo hacemos para elegir a las autoridades electorales correctas para el 2011?
¿Y eso cuándo?
Esperamos que ya se resuelva este problema, que ya tengamos nuestro candidato de consenso y que juntos con ese candidato todos nos enfoquemos en ese problema.

¿Quiere decir que mientras no sea una certeza ese candidato...

(Interrumpe) No. No te estoy diciendo que vamos a abandonar eso. Digo que sería mucho mejor que ya lo tuviéramos y nos enfocáramos solamente en eso.

¿Qué es lo que les atrasa?

El presidente (Daniel) Ortega, por querer imponer lo que él quiere. Sabemos que necesitamos 56 votos. Él está acostumbrado a negociar.
Pero ¿qué es lo que les atrasa para elegir a los 25 funcionarios?

Te lo acabo de decir. Mientras Daniel Ortega no le dé la orden a sus diputados no tenemos los 56 votos.
Pero mientras eso pasa lo que vemos es que la oposición se va desgranando.
Por mucho que los diputados del PLC, de la ALN, de la Bancada Democrática Nicaragüense (a la que él pertenece como diputado constitucional), del MRS, y los independientes lo quieran no sumamos los 56 votos que son necesarios. Así es desafortunadamente. Cuando me decís, se van desgranando. No. No tiene los 56 votos el Frente Sandinista.
No tiene los 56 votos, pero se ha llevado a varios y también ha logrado meter a otros como Alfredo Gómez Urcuyo o Alejandro Bolaños.

Pero ni aún así.
Pero así es que uno a uno el FSLN va ganando y ustedes van perdiendo. ¿Han platicado por ejemplo con los diputados aliados al FSLN que han dicho públicamente que no están de acuerdo con la reelección de Roberto Rivas en el Consejo Supremo Electoral? ¿O han buscado en realidad la integración de una bancada con metas comunes?
Es difícil porque tenemos diferentes intereses y visiones. Pero nada más le convendría que pudiéramos hacer eso para después tratar de convencer a Ortega de que deje de estar jugando con el país y ponga sus votos para sumar los 56. Ahora, ¿cómo lo hacemos? Yo di un paso. Un paso que es normal que el PLC me critique, que es normal que no le haya gustado, pero espero que puedan ver que no hay malas intenciones, sólo buenas intenciones. Si comprendieran eso sería importante para después juntarnos en la Asamblea Nacional, pero a pesar de eso necesitamos los 56 votos.
¿Por qué no se enfocan ya en dar una solución a esto?
Por el PLC. El PLC no quiere, no pierde las esperanzas, como lo han demostrado, de llegar solos a un acuerdo con Ortega.
¿Quiere decir que para usted existe la posibilidad de un nuevo pacto entre Daniel Ortega y Arnoldo Alemán?

Es posible. Siempre es posible. Pero no creo que sean tan tontos. Políticamente sería un errorazo. Pero no concibo yo que los diputados del PLC, por cualquier promesa que les hagan, vayan a aceptar pactar con el Frente Sandinista otra vez. Ni los nuestros. Yo lo sé. Allá aquéllos que se quieran quemar. Que si van a fingir que se pelearon con Arnoldo, la gente ya aquí no se chupa el dedo.