martes, 28 de septiembre de 2010

Mensaje a la Nación del candidato liberal Arnoldo Aleman convoca a diálogo de la oposición


Nicaragüenses:
A mi regreso de Honduras, donde tuve el honor de reunirme con el Presidente Porfirio Lobo, con autoridades importantes del Estado hondureño como la Presidenta en funciones del Congreso, Nora de Melgar Castro, con líderes empresariales como el Presidente de la Asociación de Industriales de Honduras, Adolfo Facussé, el inversionista doctor Raúl Tórrez Lazo, el ex Presidente del BCIE Federico Álvarez.
Me reuní también con los ex Presidentes Roberto Micheletti y Carlos Flores Facussé, con dirigentes del Partido Liberal de Honduras, Elvin Santos, inclusive con importantes líderes de la Resistencia Liberal que aún apoyan al ex Presidente Manuel Zelaya. También nos reunimos con Ricardo Álvarez, Presidente del Partido Nacional en el poder, quién fue reelecto Alcalde de Tegucigalpa.
Después de haber conocido la situación del pueblo hermano hondureño, vengo ante ustedes para decirles que no estamos solos en la lucha por la democracia de nuestro país. Que los hermanos hondureños están preocupados y esperanzados en que las fuerzas políticas haremos nuestro mejor esfuerzo para evitar que caigamos en una nueva dictadura de izquierda.
Consciente de esta inmensa responsabilidad vengo aquí como nicaragüense, como líder del partido mayoritario de oposición, el Partido Liberal Constitucionalista, como ex Presidente de la República, a hacer un llamado a defender la institucionalidad y el estado de derecho, a que respetemos y hagamos respetar la Constitución, a no cometer más los errores del pasado que nos llevaron a dividir a la nación y guerras fratricidas que deben quedar en el pasado.
La única forma en que los nicaragüenses podremos vivir en paz, ganando terreno a la miseria y subdesarrollo, abriendo nuestras puertas a la inversión extranjera y al comercio internacional con sentido de justicia y protección al medio ambiente, es respetando las Leyes y las libertades de la sociedad.

Nicaragüenses:

Como líder de la oposición convoco a los partidos de vocación democrática y oposición en la Asamblea Nacional y a las organizaciones democráticas, promotoras de la vida y los derechos civiles, a trabajar en una agenda de nación que evite el caos, la destrucción y el retroceso.
El Partido Liberal Constitucionalista tiene su agenda, una propuesta completa de cómo volver a la senda de la reconciliación y el estado de derecho. Ésta convocatoria es para aunar todos los vigores dispersos que hoy se desperdician en luchas intestinas, en áridos ataques que no nos llevan a nada y que sólo benefician al proyecto totalitario del orteguismo.
Mi llamado es a cerrar filas para impedir la entronización de una nueva tiranía cuyo proyecto político no nace del corazón del pueblo ni sale de las manos trabajadoras de los hombres y mujeres de la nación. Los nicaragüenses que amamos las libertades debemos unirnos para volver a ser libres y para vivir bajo el imperio de las Leyes y la Constitución. Solo un estado de derecho nos garantizará la democracia y la libertad.
En nuestra conversación con el Presidente Lobo coincidimos con los criterios expresados en Naciones Unidas por el Presidente de Perú, Alan García, quien dijo que la primera década del siglo XXI ha comenzado con una lucha entre dos modelos diferentes de organizar a la sociedad.
Uno de ellos, la democracia social ejercida a través de las instituciones en las que se reconoce la política de mercado y se convoca a la inversión mundial con reglas claras y con políticas públicas destinadas a proteger a los más pobres, sin caer en el populismo ni en discursos demagógicos.
El sistema del futuro, el que quiere y necesita el pueblo de Nicaragua y que sólo puede ser garantizado por la democracia, debe estar unido a un mundo globalizado en donde el libre mercado y los tratados internacionales deben estructurarse con justicia social, pensando en los derechos de los trabajadores, los empresarios y la protección de los recursos naturales, así como el medio ambiente.
Como bien lo expresara el estadista, esta “democracia reconoce la política de mercado pero también tiene política públicas de infraestructura productiva. La democracia que no se limita a esperar el goteo a los humildes, pero tampoco cae en el facilismo de subsidiar todo o aumentar los salarios públicos”.
Propugnamos por una democracia en donde la justicia sea para todos, en donde la riqueza sea proporcionalmente distribuida y en donde todos y cada uno de los ciudadanos seamos dueños de nuestro futuro.
Pero, este modelo destinado para luchar por la igualdad social promoviendo las iniciativas individuales y colectivas enfrenta otro que propone el control de la propiedad estatal o partidaria de los recursos nacionales. Que propone también confiar el desarrollo de esas riquezas a un estado populista e ineficiente mientras rechaza la inversión mundial y cierra sus puertas aislándose a lo que pasa en el mundo.
Es un modelo que propone la destrucción de la libertad de prensa, que pone fin a la transparencia, al control social de la ciudadanía y que manipula las Leyes en función de un proyecto ajeno a los intereses y esperanzas del pueblo de Nicaragua.
Este es un camino irresponsable, que no ha resuelto los problemas sociales en donde ha sido propuesto, que no ha creado más empleos ni cosechado los alimentos necesarios para garantizar la seguridad alimentaria de los ciudadanos. Definitivamente, no hay crecimiento sin una inserción realista en el comercio mundial, sin modernización, ni tecnología.
Los nicaragüenses no queremos un modelo que encomiende al Gobierno la dirección política de la economía y que rechace la realidad global, que propone crecer hacia el mercado interno, administrar estatalmente el comercio internacional y usar los subsidios y salarios públicos en vez de impulsar la infraestructura productiva que asegure el futuro de los pueblos.
Para evitar seguir este rumbo los demócratas debemos hacer un alto en el camino y trabajar en una agenda común que nos una y envíe el mensaje correcto a la sociedad: Que sus esperanzas no están en terreno estéril y que hay un liderazgo fuerte y capaz de enfrentar a la dictadura orteguista.
Debemos iniciar lo más pronto posible un diálogo nacional que nos acerque. Que encuentre los puntos en común, los que le interesan al pueblo, que posponga nuestras diferencias, que elimine la desconfianza y que nos lleve a trabajar por el rescate de la nación, ahora en peligro, comenzando por unirnos para salvar a Nicaragua y poder decir:
Nicaragua, levántate y anda en los brazos de tus hijos.
Muchas gracias, que Dios los bendiga.

3 comentarios:

  1. Dr. Arnoldo Aleman la unica manera de lograr este dialogo franco que ud. propone, primero deponga sus aspiraciones presidenciales y apoye a un liberal constitucionalista como lo es Don Fabio Gadea Mantilla, a la vez exigir al Orteguismo que se den garantias para efectuar Elecciones libres y supervisadas por organismos nacionales e internacionales para Noviembre del 2011 con Jueces transparentes. Solo asi con esos pasos que ud. puede dar dara la confianza que necesita la oposion de parte de Ud. hablar con la sinceridad y ser honesto consigo mismo. Para que Nicaragua pueda enrumbarse nuevamente por el camino del progreso y en paz es tener bueno hijo que la quieran. Le aconsejo le pida perdon al pueblo de Nicaragua por sus actos del pasado y vera Dr. Aleman que el perdon lo tendra pero ud debera dar muestras de ese arrepentimiento y devolverle a ud. la confianza que ud tenia a mediados de su mandato. Nicaragua pronto volvera a ser Republica nuevamente. Notas del Editor LiberalUnidad2011.

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  2. Si de verdad quiere Nicaragua deje sus aspiraciones presidenciales!
    Es tanto pedir? Nosotros los Nicaraguenses queremos una cara nueva, ya usted ya tubo su turno al bate, deje a otro batiar! Yo no se si le disen la verdad, pero el pueblo esta en descontento con su perosna, por su famoso PACTO hoy en dia tenemos al dictador Ortega en el poder.
    SI de verdad quiere a Nicaragua dejenos en paz!

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  3. "No cometer los errores del pasado que nos llevaron a dividir la naciòn". Señor Alemàn, no siga dividiendo la naciòn, deponga sus aspiraciones personales, no nos obligue a abstenernos de votar. Usted divide, usted no inspira confianza ni a los Nicaraguenses ni a los cooperantes extranjeros. Por què no quiere darse cuenta de que Nicaragua no lo quiere de presidente nuevamente? por què cree que es usted el ùnico que puede salvar a Nicaragua, cuando es usted mayormente responsable de nuestra desgracia? Ya deje que Nicaragua se levante Señor Alemàn! Denos una tregua!

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