Irrespeto a los símbolos oficiales establecidos en las respectivas constituciones de Nicaragua, de España y de la UE.

Irrespeto a los símbolos oficiales establecidos en las respectivas
constituciones de Nicaragua, de España y de la UE.
Managua, 25 de mayo de 2010
Señor Don José Luis Rodríguez Zapatero

Presidente del Gobierno de España Palacio de la Moncloa Madrid – España
Señor Presidente:
Adjunta a la presente encontrará una foto tomada durante la reciente conferencia ante la prensa nacional e internacional, el viernes, 21 de mayo 2010, de los máximos personeros del Gobierno de Nicaragua junto con los representantes de la Unión Europea. En dicha foto, aparece don Daniel Ortega Saavedra, quien actualmente ostenta el cargo de Presidente de la República de Nicaragua, acompañado por su esposa Doña Rosario Murillo (primera de la izquierda). Hacia la derecha (después del Señor Ministro de Industria y Comercio), se encuentra el Sr. Mendel Goldstein, Embajador de la Unión Europea, seguido de Don Antonio Pérez Hernández, Embajador del Reino de España, que ostenta la Presidencia de la Unión Europea durante el presente semestre.
Como podrá observar en la fotografía, detrás de los Señores antes mencionados se encuentran colocadas (de izquierda a derecha) las siguientes banderas:

1. La Bandera del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), actual partido de Gobierno de Nicaragua,

2. La Bandera Nacional de mi propio país: Nicaragua,

3. La de la Unión Europea

4. La del Reino de España.
Se constata así, una vez más, que Don Daniel Ortega Saavedra, persiste en colocar la bandera rojinegra de su propio partido en un lugar que no le corresponde, irrespetando así los símbolos oficiales establecidos en las respectivas constituciones de Nicaragua, de España y de la Unión Europea – integrada, como sabemos, por 27 países soberanos.
Como Presidente del Gobierno, Usted sin duda comprende la gravedad de este irrespeto a la bandera nacional de España al ponerla al mismo nivel que un partido político que se hizo con el poder en circunstancias harto discutibles y en cuyo desempeño Don Daniel Ortega está cometiendo graves y frecuentes violaciones a la Constitución Nacional de Nicaragua, a la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA) y a los instrumentos internacionales en materia de derechos humanos de los cuales Nicaragua es parte.
Señor Presidente:
Como es normal en todo país donde rige un Estado de Derecho, ninguno de los predecesores suyos en la Presidencia del Gobierno de España, a saber: Don Adolfo Suárez González, Presidente de la Unión de Centro Democrático (UCD), Don Felipe González Márquez, Secretario General del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Don Leopoldo Calvo-Sotelo Butelo y Don José Marìa Aznar López, Presidente del Partido Popular, nunca permitió que, junto a la bandera de España, se colocara la bandera de su respectivo partido para presidir actos oficiales del Gobierno. Tampoco lo haría Usted mismo hoy - perdóneme la suposición meramente retórica, Estimado Señor Rodríguez Zapatero - no sólo por su apego al estado de derecho sino porque tal proceder, impensable en la España democrática de hoy, aparecería como insensata y provocaría una verdadera crisis de Gobierno.
Sé que un comportamiento como el que caracteriza al Presidente Ortega Saavedra es igualmente inconcebible e inaceptable en el resto de los 27 países miembros de la Unión Europea donde ninguno de los honorables Señores Primeros Ministros se atrevería a imponer ni permitiría que se imponga la bandera de su propio partido dándole el mismo rango y sitio que a la bandera nacional.
Debe Usted estar seguro que el comportamiento del Presidente Ortega es fuertemente repudiado por la abrumadora mayoría de pueblo nicaragüenses, es decir, por los más del 60 por ciento de ciudadanos que no votaron en su favor y por los miles de verdaderos sandinistas y seguidores del General de Hombres Libres Augusto César Sandino los cuales no comparten el estilo totalitario, el irrespeto de la Constitución y de las más elementales reglas democráticas que caracteriza al Presidente Ortega. Por eso, estoy seguro de expresar el sentir nacional al denunciar el irrespeto de Don Daniel Ortega por nuestra Constitución y deplorar también el irrespeto de la bandera de España y de la bandera de la Unión Europea, lo cual constituye un insulto a los pueblos y naciones que dichos símbolos representan.
Por tal motivo, confío en que su ilustrado Gobierno y las Cortes españolas pondrán de inmediato las cosas en orden ya que así le ayudarían eficazmente a este heroico y sufrido pueblo de Nicaragua para detener, reparar y revertir las continuas violaciones a nuestros derechos humanos y constitucionales. Para tal efecto, sería oportuno que una comisión multipartidaria de las Cortes nos visite a la mayor brevedad posible para entrevistarse con los actores más representativos de nuestra nación y constatar in situ, como seguramente lo harán, la veracidad de cuanto le estoy exponiendo.
No dudo que, conociendo lo anteriormente denunciado, el país al que le toque asumir la Presidencia de la Unión Europea durante el próximo semestre le advertirá oportunamente al Presidente Ortega que no tolerará ninguna manipulación ni irrespeto.
El pueblo de Nicaragua, los partidos democráticos y organizaciones representativas de todos los sectores sociales. Económicos, culturales y religiosos le agradeceremos a Usted y a su ilustrado Gobierno y a las Cortes que al mismo tiempo que exijan – como no dudo que lo harán - respeto de los símbolos nacionales y comunitarios, nos apoyarán en nuestra lucha cívica para que las autoridades actuales acaten en la práctica los principios democráticos y de un Estado Social de Derecho, tal como lo establece nuestra Constitución coincidiendo con lo también establecido en la Constitución del Estado Español.
No puedo terminar sin expresar mi profundo respeto, admiración y agradecimiento hacia el pueblo español, hacia el Jefe del Estado Don Juan Carlos de Borbón, hacia sus legisladores y gobernantes tanto a nivel nacional como a los honorables Presidentes de las Regiones Autónomas que le han dado y le siguen dando al mundo ejemplo de civismo, de madurez, de dignidad, de respeto a los derechos humanos y de un comportamiento internacional digno de la tradición y grandeza de España.
Con las más altas muestras de consideración y respeto, me suscribo de Usted,
Muy atentamente,
José Esteban González-Rappaccioli

Fundador de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (1977)

Candidato a Procurador Nacional de Derechos Humanos de Nicaragua